Un día, dos campeonatos, el 15 de junio quedará en la memoria de todo el pueblo decano. Será la coincidencia de la vida o las casualidades del fútbol o como quieran llamarlo, pero anoche el decano logró lo que nadie pudo alcanza: salir dos veces campeón en la misma fecha.

El primer título fue hace precisamente un año, cuando enfrentó a Racing de Córdoba en el Monumenal, por el partido de vuelta del Argentino A. El cotejo se definió por penales y en esa mañana del día del padre, un nuevo ídolo nacía: Lucas Ischuk quien además de atajar se dio el gusto de convertir el último tiro desde los doce pasos para el delirio de los miles de pitucos que ese día decidieron acompañar masivamente al equipo de sus amores. Ese día, después de 22 años, Atlético volvía a gritar Campeón.


La segunda hazaña se llevó acabo en el mismo escenario con la misma gente y el mismo recibiemiento, la única diferencia fue la noche fría de Tucumán y la categoría: El nacional B. Una semana después de haber ascendido a primera división, Atlético se dio el gusto de coronar su exitosa campaña con el título de campeón de la segunda categoría del fútbol argentino.


Esta racha ganadora no es pura coincidencia, es fruto de un trabajo en conjunto entre el cuerpo técnico, la comisión directiva y los hinchas. El momento que vive hoy el decano es causa de un proyecto que se inició allá en la era Solari y que la continuó Rivoira.

Por como se perfila, Atlético Tucumán esta decidido a hacer historia, el 15 de junio debe remarcarse en el calendario de cada hincha , para que ese día quede en nuestra memoria como el momento en que la institución más grande del norte se encontraba en su momento más glorioso.